Siempre me ha gustado dibujar, así lo atestiguan los márgenes de decenas de cuadernos y libros de texto de mi época infantil. Gracias a unos viejos cómics desperdigados por mi casa, empecé a experimentar con el 9º arte creando mis propios personajes y auto-editando mis propios cómics. Fanzines de mínima tirada que imprimía en la fotocopiadora del taller de mi padre. De aquellos años surgieron personajes como “El detective Luminio”, “El robot Hojalato” o “El comando Confeti”, un grupo de superhéroes descafeinados del que logré sacar dos números y medio. Me inspiraba en los cómics de Ibañez, Jan, Matt Groening… Según iba creciendo, mis gustos fueron cambiando hacia el cómic americano de superhéroes. Devoraba las historias de “La Patrulla X”, “Lobezno”… me encantaba también el trabajo de autores de cómic como Fernando de Felipe o ilustradores como Boris Vallejo o Luis Royo. Aún hoy guardo como oro en paño cientos y cientos de cómics, y aunque con más lentitud, mi colección sigue creciendo año tras año.

Actualmente tengo 33 años, vivo entre Barakaldo y Vitoria-Gasteiz, y al contrario de lo que se pueda pensar, no estudié bellas artes, aunque es una espinita que siempre tendré clavada, aun así, gracias a mis estudios de diseño gráfico, empecé a hacer uso de la informática para retocar y colorear mis cómics e ilustraciones. Conocimientos que aplico actualmente al fanzine ZOCALO, publicación que edito desde hace más de 15 años junto con Sergio Cardoso y a la que dedico la mayoría de mi tiempo libre (este año estamos nominados a mejor fanzine en el salón del Cómic de Barcelona, así que si os gusta ZOCALO, podeis darnos vuestro voto).

Con los años he conseguido ver mi trabajo impreso en diversas publicaciones, desde periódicos de mayor o menor repercusión como “Sarriko Orain” “Barakaldo información” o “Margen izquierda, Ezquerraldea” a fanzines de todo tipo, como “Ciao Palestrina”, “Vida y Virgen”, “TMEO” o “Karma dice”. Actualmente se pueden ver mis cómics en la revistas vitorianas “Replika” y “La Botica”, el fanzine universitario “Rumble!” y como no, el propio fanzine ZOCALO.

La ilustración es otra de mis pasiones. Generalmente dibujo sobre papel, escaneo la imagen y la coloreo posteriormente con Photoshop. Como podéis ver en esta pequeña muestra, la mayoría de mis ilustraciones giran en torno a una temática bastante siniestra. Algunos de mis trabajos han sido premiados en diversos certámenes locales y nacionales, tanto de cómic como de ilustración y fotografía (Portugalete, Cornellá, Galdakao, Bilbao, Erandio, Vitoria-Gasteiz…), consiguiendo así financiación para autoeditarme varios álbumes recopilarios, como “Hoy si que si”, “Martino a tiras” o “Adsurdos”. También he hecho varios trabajos por encargo (cómics, ilustraciones, fotomontajes, portadas de libros…), aunque se de sobra que vivir de esto es muy complicado.

Durante todo el mes de marzo expongo en la “Gazte Bulegoa” de Barakaldo una selección de mis ilustraciones, también podéis ver más muestras de mi trabajo en mi web o en mi blog.

Esta joven ilustradora malagueña es Marta Morales. Con tan solo 22 años ya sabe bien que es lo que quiere, “algunos os preguntaréis como he acabado aquí en este bonito mundo de la ilustración, sólo os puedo decir que juzgo a un libro por su portada y lo prefiero con dibujitos. Qué le voy a hacer si es lo que me interesa”, dice Marta.

El dibujo siempre ha ido con ella, a los 15 años se propuso ser ilustradora, influenciada por las increíbles portadas de Todd Lockwood. Así que desde ahí empezó su camino: aprendió a usar programas digitales, y recientemente ha terminado Ilustración en la Escuela de Artes y Oficios de Málaga.

En cuanto a sus inspiraciones hay que decir que la música siempre la ha acompañado, haga lo que haga siempre está escuchando música, de hecho hay canciones que le han inspirado algunas de sus ilustraciones.

Algunos de los estilos que más le gustan son desde los comics de Azpiri, Marvel, las ilustraciones de libros de Dungeons and Dragons de los años 80 y los bestiarios de Tony Diterlizzi en Planescape.

Actualmente está trabajando en un proyecto a nivel nacional del autor Iruam, “El Relatante” junto a otros ilustradores y a parte también hace pequeños encargos. Si alguien está interesado puede contactar directamente con ella y os recomendamos que paséis por su blog personal para echar un vistazo a sus maravillosos trabajos.

Me llamo Rubén Bravo Prados, tengo 27 años y vivo en Mataró (Barcelona). No romperé el tópico de que desde pequeño me encantaba dibujar. No aprendí ni en escuelas ni instituciones: los libros de matemáticas fueron mis primeros lienzos. A partir de ahí, y de manera instintiva, decidí enfocar mis estudios hacia el arte. Estudié Bellas Artes en la Facultad de Bellas Artes de Barcelona, en la que me especialicé en dibujo y pintura.

Desde siempre he tenido afinidad por el cómic y la ilustración, empecé a sumergirme en una amalgama de estilos estudiando de las fuentes de Bruguera, Marvel, Toriyama, Looney Tunes, Ren & Stimpy y todas las cosas que pudiesen fascinar y divertir a un chaval altamente impresionable con ansias de desgastar los lápices dibujando.

Inevitablemente me adentré en el mundo de la pintura y el dibujo artístico en la facultad, tuve la suerte de aprender de algunos grandes profesores y sobretodo de amigos con los que compartimos la lucha de imaginar el arte como una manera de vivir en este mundo, indisoluble a nuestro ser y sentir. Van Gogh, Manet, Schiele, Tolouse-Lautrec, Cézanne, Rubens, Mir, Casas, Hogarth, Velázquez, Sargent, Rembrandt… así me podría pasar un buen rato enumerando a todos aquellos a quien respeto solemnemente y de quien, con toda humildad, me atrevo a considerar su aprendiz.

Durante mi vida me he dedicado a realizar todo tipo de trabajos artísticos que se me han presentado, realizando encargos y diversas exposiciones y he recibido algunos premios de cómic y pintura; también, de la mano del departamento de dibujo de la Facultad de Bellas Artes, recibí dos becas de asistencia al Reial Cercle Artístic de Barcelona. Actualmente, sigo con los encargos y publico algunas tiras en la revista LePotage, aparte de esporádicas apariciones en El Jueves Digital.

Antes de acabar, quisiera confesar que mi verdadera vocación es la música, a la cual me dedico desde los 15 años (¡que más quisiera yo que profesionalmente!). Soy cantante, compositor, guitarrista y me defiendo como bajista, batería, pianista e ingeniero de sonido de mis propias grabaciones.

A veces veo a muchos artistas que dicen: yo hago arte para expresarme. Creo que todo ser humano se expresa por naturaleza, y a mí me resulta imposible desvincular todo esto de mi vida. Sea para expresarme o no: esto es lo que soy, y espero seguir siendo sin dejar de mejorar ni de aprender.